Todas las mañanas nos despertamos bien temprano para ir a cosechar. En el camino a las plantaciones me dedico a corretear a los pájaros que aparecen. Cuando se acaba el día quedo rojo como tomate, por pasar tanto tiempo bajo el sol, y mis papás sueltan sus quejas por los dolores de espalda, pies, brazos y manos. Pero así es la vida del agricultor, del campesino, de los jóvenes trabajadores, de los niños como tú o como yo.

Danae Abud Espinoza
15 años
Rancagua
Región del Libertador General Bernardo O’Higgins
Premio especial gráfica
Dibujo Educación Media