Mi abuelo de setenta y nueve años, llamado Rubén Troncoso, nació en Angol, Región de la Araucanía. Casi toda su vida la pasó en ese lugar. Provenía de una familia pobre, su casa era de adobe y con muy pocas comodidades. Trabajó de muy pequeño, cuidando animales por las noches en temporadas de verano, por lo que vio cosas que muchos no creerían. Me contó varias historias, pero una de ellas fue la que más me llamó la atención y será la historia que les contaré a continuación:
Un día de verano a eso de las seis de la tarde, nos preparábamos para salir al cerro. Iba
en compañía de mi padre y dos de mis hermanos. Como cada viaje, preparábamos las
cosas para pasar la noche, llevábamos comida, agua y una linterna. Así llegamos donde
pasaríamos la noche.
Segundo lugar regional
Putaendo
14 años