Considerando que no tengo derecho a trabajar en un lugar digno, y estar de sirvienta en casa, me hace sentir desagrado, simplemente que no valgo nada. Tengo que estar veinticuatro horas dispuesta a un hombre, servirle como si fuera un rey. Vivo en un mundo totalmente controlador, no tengo presente, mis papás están desesperadamente esperando a su nietito, de que “se me va a pasar la micro” y ¡ah!, recalcar el hecho de que con mucha suerte sé leer y escribir.
Segundo lugar regional
Pozo Almonte
14 años