Mi abuelito decía que después de la tormenta siempre llega la calma. Y efectivamente así era.

Acá en el sur llovía a cántaros, pero apenas dejaba de llover el cielo se ponía azul y aparecía un hermoso arcoiris. Mi abuelo decía que desde donde nacía el arcoiris había un entierro26, pero nunca lo comprobó. Se fue sin saber si su teoría del arcoiris era cierta.

Primer lugar regional
Los Ángeles
14 años

 

Denounce with righteous indignation and dislike men who are beguiled and demoralized by the charms pleasure moment so blinded desire that they cannot foresee the pain and trouble.