Caminaba por los tranquilos parajes de Chalaco pensando en cosas triviales, hasta que levanté la vista de casualidad y vi un poncho en la copa de un árbol. Era el poncho más bonito que había visto en la vida. Era negro con bordados rojos y blancos, además los bordes parecían del más puro oro. Sin dudarlo ni un segundo, me subí a la copa del árbol a buscar esa belleza; ¡debía ser mío!, ¡era mío! Mientras más alto subía en el árbol el poncho se veía más y más bello. Después de pelear contra algunos pájaros y tirar algunos nidos, por fin llegué a mi tesoro. Lo tomé y bajé con él hacia el suelo…

 

Victoria Amelia Gutiérrez Morales
14 años
Ovalle
Segundo lugar región de Coquimbo