Era un viento entre calor y frio, que asustaba a todos los niños y niñas. Era más visible que perceptible, solia llevarse la ropa del tendedero. Era amigo de las techumbres y de los papeples que parecian bailar al flotar. Era temido y respetado, era el unico que lograba entrar a mi vecina a su casa , la copuchenta, la obligaba a cerrar puertas y ventanas. Algunos decian que lograban divisar entre la tierra que levantaba, la cola del diablo.
Elizabeth Carvallo Pasten
47 años
María Elena
Región de Antofagasta
Premio especial fotografía