Mi abuelita Margarita me contó que hace muchos años atrás, cuando ella era una niña, vivía en el campo, en un pueblo llamado Curacaví, y que para llegar a su casa se debía cruzar el río.

Un día, su madre había viajado a Santiago y no volvería hasta el siguiente día, y mi abuela junto a sus hermanos debían quedarse solos en la casa hasta su regreso. Ellos eran cuatro niños en total, mi abuelita de cinco años, su hermana Zuli de siete, Rúa de nueve y Ramón de once; este último era quien los debía cuidar hasta que su hermano mayor, Rosendo, llegara del trabajo al anochecer.

Mila Yurac Waltemath
8 años
Antofagasta
Tercer lugar región de Antofagasta