Alexandra seguía viviendo en una parcela cerca de Punta Arenas y estudiando en su querida escuela de Villa Tehuelches.

Un día se levantó de un brinco de la cama al oír las palabras de su mamá para ir a desayunar. Feliz, recordando su sueño, que había sido maravilloso y que aún sentía como real.

Una vez que terminó un rico desayuno con pan amasado y una exquisita mantequilla derritiéndose en el pancito, salió corriendo hacia donde estaban sus queridos animales, respiró muy hondo y estiró los brazos. Inmediatamente comenzó a llamarlos por su nombre a cada uno con mucho cariño: Zeeeeeus, Tiggeeeer, Pepaaaa, Manyiiiii.

Katrina Godoy
Mención honrosa
Laguna Blanca
Región de Magallanes
13 años