Hasta hace cuatro años vivía con mi familia en Canadá, mi país natal, pero luego de que mi abuela enfermara, tuvimos que venir a vivir a Chile para cuidarla. Es muy difícil dejar a las personas y cosas a las que les tienes afecto, pero a veces solo hay que hacerlo.
Con maletas en mano llegamos a Chile. Parecíamos turistas, como todas las personas en el avión. Un clima muy cálido nos dio la bienvenida. Nos instalamos en nuestra nueva casa, que hasta el día de hoy me encanta, porque queda delante de una playa, y desde ese día son tantas las cosas que he visto y escuchado, que no puedo nombrarlas todas.

Anahí Cifuentes Fajardo
Premio especial Migrantes
La Serena
Región de Coquimbo
14 años

 

 

Denounce with righteous indignation and dislike men who are beguiled and demoralized by the charms pleasure moment so blinded desire that they cannot foresee the pain and trouble.