A pesar de los años el amor por el campo y sus tradiciones siguen intactos al igual que el calor de su fogón, que se mantiene encendido gracias a la leña del árbol caído.

El arte de hilar permanece vigente en los campos chilenos, en el sector Vergara el trabajar la lana de la oveja es fundamental para realizar mantas y frazadas, y con ellas entregar abrigo a sus seres queridos.

Nataly Sandoval de La Fuente
Fotografía
Chillán Viejo
Región de Ñuble
26 años