Mi abuelito siempre me contaba historias de nuestro recóndito pueblo cordillerano. En Coya —me decía— hace mucho tiempo atrás, vivía un animal llamado puma. Yo le prestaba toda la atención que podía, porque sus historias siempre me fascinaron. Un día —continuaba— este puma bajó de la montaña hacia el atardecer para atrapar a su presa y alimentarse y así poder sobrevivir…
Benjamín Ignacio Miranda Orellana
9 años
Machalí
Segundo lugar región de O’Higgins